Las puertas corredizas ahora son una moda que beneficia a las personas que no cuentan con espacio suficiente en un ambiente para colocar una puerta de giro, además las puertas corredizas no implican un gasto grande ya que se puede reciclar una puerta antigua como en este caso veremos cada paso que se hizo para convertir una puerta común en una corrediza.
Para empezar retiramos las bisagras de la puerta que usaremos, al hacerlo lijamos los bordes del marco para retirar la capa de barniz desgastado.
Retiramos las juntas de las bisagras, si se quiere tapar el hueco solamente le pegamos una tablilla de madera o rellenamos con pasta de rellenado para madera.
Esta es la puerta que se usó, una sencilla con las medidas necesarias para la puerta corrediza que se requería, pero para hacerla menos pesada se le retirará las tablas que componen el cuerpo, solo se usará el marco.
Se taladra los puntos donde irá el riel empotrado a la pared para que este sostenga el riel corredizo de la puerta.
Una vez colocada se empieza a armar el riel corredizo usando una varilla de metal por donde una rueda rodará encima.
Atornillamos bien para evitar accidente pues el peso de la puerta recaerá directamente en esta varilla.
Verificamos si esta bien ajustado. Recomendamos colgar un objeto bien pesado en el riel.
No olvidemos asegurarnos de que esté equilibrado, con la ayuda de una regla de nivel es fácil.
Empezamos a colocar la puerta con la ayuda de unas agarraderas que son la unión entre la puerta y las ruedas que están en el riel. Ojo que a esta puerta al quitarle las tablas que conformaban el cuerpo, se añadió un vidrio tipo mampara transparente.
Agregamos un mango para jalar la puerta.
Y listo, ya tenemos nuestra puerta corrediza y todo este trabajo en un tiempo aproximado de 2 horas.