Cuanto más mayores nos hacemos en la vida, tenemos la impresión de que el mundo oculta cada vez menos secretos pues todo objeto fue creado para una función específica, sin embargo podemos hacer un sinnúmero de cosas con ellos. Entonces hoy hemos recopilado los 7 objetos que prueben esta teoría, así que no te lo pierdas.
¿Qué hacer con las virutas del lápiz cuando le sacas punta?
Esta pregunta ha mantenido inquieto a más de un chaval en la escuela. Supuestamente nos ha pasado a todos nosotros en algún momento de nuestras vidas. Parece estar todo en orden, tenemos nuestro lápiz sin punta, tenemos un sacapuntas. ¿Qué más necesitamos? Un plan maestro para eliminar las virutas de nuestro escritorio. No es una tarea fácil para nada, pero… ¿y si tienes una caja de Tic Tacs por allá? ¡Perfecto! Lo único que tienes que hacer es vaciarla a ser posible. Cuando esté vacía, coloca el sacapuntas como en la imagen debajo. Adentro irán las virutas y todos tus problemas.
La muesca de la base de las tazas.
No todas lo tienen pero algunas de ellas sí y su propósito parece estar envuelto en un misterio parecido al de la base militar estadounidense Área 51. ¿Para qué demonios sirve ese hueco? ¿Para que coloques allí tus cigarrillos? ¡Pues NO! ¡Para nada! Aquella muesca tiene un uso bastante obvio para cualquiera que limpie las tazas por su propia cuenta. Sirve para que el agua no se acumule en la base cuando esté reposando tranquilo y secándose. Si alguna vez te has topado con algún otro que no tuviera este hueco, seguramente has contemplado la cantidad de agua que se almacena en la base.
¿Has usado en tu vida alguna vez papel de cocina?
Parece una pregunta estúpida, pero habrá alguno que no lo ha hecho. Bueno, quien lo ha usado sabe que puede ser un verdadero calvario desenrollar parte del papel sin desmoronar todo el rollo. Bueno, ¿has intentado presionar alguna vez estas dos partes a los lados del envase? Gracias a ello, el rollo se pondrá en posición correcta y podrás sacar tanto cuanto quieras. Ya nos darás las gracias cuando veas que funciona.
¿A que no conocías el uso de los utensilios mencionados antes?
Pues bien, los que están por venir también te asombrarán. Son cosas que conoces y seguramente tienes en casa, así que allá vamos. Una cinta métrica. ¿Qué misterio puede tener una cinta métrica? Resulta que más de uno. Por ejemplo, ¿te has preguntado alguna vez en tu vida para qué sirve el agujero que a menudo se puede encontrar en el extremo de la cinta? ¿No? Pues nuestra conclusión es simple: nunca has tenido que trabajar solo y medir algo que era más ancho que la extensión de tus brazos. De lo contrario, ya sabrías que gracias a este agujero puedes fijar un extremo a la cabeza de un tornillo o un clavo y medir tranquilamente lo que tienes que medir.
Como hemos mencionado, la cinta métrica oculta más de un secreto.
Seguimos aferrados al extremo metálico que tiene cada cinta. Algunas de ellas, además de un agujero, tienen un borde dentado. ¿No sabes para qué sirve? Pues seguramente la cinta no es descendiente de ningún tiburón, los dientes tienen un propósito muy determinado. Con el extremo de la cinta podrás hacer marcas sin que necesites un lápiz. Es perfecto para cuando te has dejado el lápiz por ahí tirado y urgentemente necesitas marcar una distancia. De ahora en adelante podrás trabajar más tranquilo, estamos seguros.
Exactamente, hay otra cosa que esconde la cinta
Pero esta vez apartamos la vista de la punta y la dirigimos a la caja. A nosotros nos ha pasado miles de veces y a ti seguramente también. ¿Cómo medir las esquinas si nos molesta la caja en sí? ¿Cómo llegar a medirlo todo detalladamente si la parte de plástico nos lo impide? Aquí viene la respuesta: fíjate en la caja. En algún lugar debería poder verse un número que indica cuánto mide la caja. Teniendo este dato, podrás añadirlo a la medición que realizaste y ahora tienes la longitud completa.
Los tics – tacs
Seguramente en más de una ocasión has comido Tic Tacs. Están riquísimos, pero ¿cómo sacarlos de la cajita por ese orificio diminuto? Los Tic Tacs siempre se quedan atascados porque todos a la vez quieren salir a la libertad. Igual que los niños que van al recreo, ¿no? Aquí está la solución al problema de los Tic Tacs. Con un poco de ingenio resulta que se comportan muy bien (a contrario de los niños en el recreo). Dale la vuelta a la caja y ábrela. El molde que está en la parte interior está diseñado para que salga exactamente un caramelo.