Lo peor que le puede pasar a tu móvil no es el golpearse o que se te pierda, es el que se te caiga al agua. Que se te moje el celular suele implicar tener que reemplazarlo, pero a veces si eres lo bastante rápido, ¡puedes salvar el celular! Sigue los pasos descritos en este artículo para intentar salvar tu celular mojado.
Saca el teléfono del agua tan pronto como puedas.
Los orificios de los audífonos, del micrófono y el cable USB de los celulares, aunque son pequeños y tienen cierta preparación para impedir que entre el agua, pueden permitir el paso del agua al interior del celular en poco tiempo, quizá en tan sólo 20 segundos o incluso menos. Por lo que debes sacar tu celular del agua inmediatamente. Si estaba encendido, apágalo y si estaba apagado, no lo enciendas, ya que podrías provocar un cortocircuito. Si ha estado en el agua, ten en cuenta que es necesario secarlo de inmediato, esté o no funcionando.
Probablemente tu teléfono no se dañó demasiado si lo sacaste del agua inmediatamente. Un periodo de inmersión más largo, como haber permanecido en la lavadora durante un ciclo completo de lavado, puede ser algo más serio, pero aún así vale la pena probar los siguientes pasos antes de darlo por perdido.
- Si el celular está conectado al cargador, y éste también está sumergido en el agua, no intentes sacarlo del agua. Contacta a un técnico en electricidad para que te asesore en cuanto a la mejor forma de sacar el celular del agua. La electricidad y el agua no se llevan bien, por lo que se puede provocar un corto circuito. Sin embargo, si el celular no está conectado a su cargador y cae en el agua, sácalo del agua inmediatamente.
- Actuar con rapidez puede ser la diferencia entre salvar tu celular o no poder salvarlo. Sin embargo, no entres en pánico. Debes mantener tus nervios bajo control para poder actuar bajo presión.
Los orificios de los audífonos, del micrófono y el cable USB de los celulares, aunque son pequeños y tienen cierta preparación para impedir que entre el agua, pueden permitir el paso del agua al interior del celular en poco tiempo, quizá en tan sólo 20 segundos o incluso menos. Por lo que debes sacar tu celular del agua inmediatamente. Si estaba encendido, apágalo y si estaba apagado, no lo enciendas, ya que podrías provocar un cortocircuito. Si ha estado en el agua, ten en cuenta que es necesario secarlo de inmediato, esté o no funcionando.
Extrae la tarjeta SIM si tienes un operador GSM. Algunos o todos tus valiosos contactos (junto con otros datos) pueden estar guardados en tu SIM. Para mucha gente, salvar la tarjeta puede tener más valor que salvar el propio teléfono.
- Las tarjetas SIM suelen sobrevivir bien a los efectos del agua, pero alguno de los siguientes pasos puede dañarlas, así que retirarlas de inmediato tiene sentido. Simplemente sécala y déjala a un lado hasta que necesites conectar tu teléfono a la red móvil. (Este paso no se aplica a los operadores CDMA, como Verizon, Alltel, US Cellular, Sprint, etc.).
Retira todos los demás periféricos y carcasas que se puedan extraer. Retira cualquier tapa o conector externo para abrir tantos huecos, ranuras y hendiduras como sea posible.
Seca tu teléfono con un trapo suave o una toalla. Si queda una sola gota de agua en su interior, puede estropear tu teléfono al corroerlo y provocar contactos indebidos. Evidentemente, necesitas eliminar la mayor cantidad de agua tan pronto como te sea posible para evitar que siga su camino a través del teléfono:
- Elimina cuidadosamente tanta agua como sea posible sin dejar caer el teléfono. Evita agitar o mover excesivamente el teléfono, para impedir que el agua circule por su interior.
- Sécalo con un paño o con un pañuelo de papel. Lo ideal es tratar de no obstruir los huecos y las ranuras del teléfono con el papel mojado. Sigue pasándolo para eliminar con suavidad la mayor cantidad posible de agua.
- Si retiraste la batería a tiempo, limpiar el interior del teléfono con alcohol para limpieza (el alcohol desplazará el agua) o mediante un spray de contacto puede solucionar el problema.
Utiliza una aspiradora si te es posible. Si quieres intentar succionar el líquido presente en las partes internas del teléfono, prueba a usar una aspiradora. Elimina los rastros de humedad evacuándola con una aspiradora, colocándola sobre las áreas afectadas durante unos 20 minutos para cada área accesible (haz turnos con algún amigo).
- Este es el método más rápido y puedes tener tu teléfono completamente seco y operativo en treinta minutos. Sin embargo, a menos que la exposición al agua haya sido muy breve, no es recomendable tratar de encender el teléfono tan pronto.
- Ten cuidado de no mantener la aspiradora demasiado cerca del teléfono, puesto que este vacío puede originar electricidad estática, lo que es incluso peor para el teléfono.
No uses una secadora. En contra de lo que habitualmente se cree, no es aconsejable que uses un secador de pelo (ni siquiera en el modo “frío”) para secar tu teléfono. El uso de un secador de pelo puede forzar a la humedad a introducirse aún más dentro de los pequeños componentes del teléfono, ya que el aire soplará hacia el interior. Y si está muy caliente, es posible que se derritan.
- Si la humedad es forzada a introducirse en el interior, se pueden originar procesos de corrosión y oxidación cuando los minerales presentes en el líquido se depositen en los circuitos.
- El uso de un secador de pelo puede ser una solución temporal, pero al final puede causar daños en los componentes interiores del teléfono. Ya que esto se produce al mover el aire hacia el interior del teléfono, el uso de un calentador, un ventilador u otro dispositivo que pueda mover aire para impulsarlo a través de las aberturas del teléfono puede funcionar. El principio de Bernoulli establece que a medida que el aire seco y caliente se mueva con rapidez a través de las aberturas del teléfono, la presión decreciente de aire retirará o aspirará suavemente el aire húmedo hacia el exterior del teléfono.
Usa una sustancia que tenga gran afinidad por el agua para ayudar a extraer la humedad. Deja el teléfono dentro de un recipiente o una bolsa que contenga arroz crudo durante toda la noche. El arroz absorberá cualquier humedad restante.
- Si tienes a mano, es preferible usar un desecante. El desecante absorberá la humedad mejor que el arroz. También puedes probar colocando el celular dentro de una bolsa de plástico que pueda sellarse o de un recipiente de plástico (hermético). Añade dentro, junto al celular, una bolsa de desecante (de los que vienen a menudo con los zapatos, los paquetes de fideos, etc.). La desventaja de este método es que el desecante tipo que viene con los zapatos, los paquetes de fideos, etc., generalmente ya ha alcanzado su capacidad máxima de absorción y no es capaz de incorporar más agua. Déjalo el mayor tiempo posible (toda la noche) para que absorba la humedad.
Coloca tu teléfono en un lugar soleado para ayudarlo a eliminar toda el agua remanente en las áreas muy pequeñas.
Coloca el teléfono sobre toallitas absorbentes, servilletas u otros papeles.Después de sacar el teléfono del recipiente con arroz o desecante (o si no ha sido posible emplear otro método), coloca el teléfono sobre material absorbente. Recuerda que el objetivo es evacuar toda la humedad, no dejarla atrapada ni generar aún más.
- Revisa el material absorbente cada hora durante un periodo de 4 a 6 horas. Si hay señales evidentes de humedad, repite la etapa de aspiración y los pasos con el desecante.
Pon a prueba tu teléfono. Después de haber esperado por lo menos 24 horas -o más si es posible- echa un vistazo y comprueba que tanto el interior como el exterior de tu celular se encuentra limpio y parece seco. Vuelve a colocar la batería en el teléfono y prueba a encenderlo.
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