Para evitar sustos en lo que se refiere al sistema de fontanería de nuestros hogares, debemos de prestar atención a este y tomar una serie de medidas que muy diligentemente para que no tengamos ningún tipo de inconvenientes e incluso tomar estos percances como un problema que podemos solucionarlo nosotros mismos como todos unos profesionales. ¡Toma nota!
– Atención a los problemas. En el mundo de la fontanería, las pequeñas fugas pueden volverse grandes problemas. Presta atención a los indicios de avería inminente: grifos que gotean, armarios húmedos, inodoros que se mueven o neveras que pierden agua apuntan a problemas que requieren atención inmediata.
– Repara enseguida. El grifo que gotea no sólo es molesto, sino que la humedad desgasta los accesorios del fregadero y puede contribuir a la formación de moho. Líbrate de los problemas manteniendo la casa limpia y seca.
– Sé resolutivo. Si se produce un reventón, ¿Sabes interrumpir el flujo de agua? Cerciórate de que sabes dónde está la llave de paso general del agua. Tal vez se encuentre bajo el fregadero de la cocina, pero si está en un rincón oscuro o de difícil acceso debes tener una linterna a mano. Quizá compruebes que la llave de paso general del agua se encuentra fuera de la casa, en un armarito del jardín o junto a un sendero.
– Cortes parciales de agua. También tienes que saber contar el flujo de agua a pilas, lavabos, inodoros, lavadoras y otros electrodomésticos que usan agua, como la máquina de hielo de la nevera. Si fallan, conocer el emplazamiento de su llave de paso te ahorrará problemas y el trabajo de recoger el agua.
– Aprende a abordar pequeños problemas. Con un puñado de herramientas y unos conocimientos mínimos, casi todos podemos afrontar pequeñas emergencias de fontanería. Si tu caja de herramientas incluye desatascador y llave inglesa, podrás resolver problemas como cañerías e inodoros atascados, llaves de paso que no abren y grifos que gotean.
Acondicionamiento de agua
En las zonas de aguas duras, los descalcificadores quitan del agua los minerales no desados. El agua descalcificada requiere menos jabón, impide la acumulación de minerales en las tuberías y alarga la vida de los sanitarios y los calentadores de agua.
FOTOGRAFÍAS / hogarmanía