A diario siempre pensamos en voz alta pero no nos damos cuenta que en realidad hablamos solos. Aunque este sea un síntoma de demencia, paranoia o locura esta es, sin duda, una reacción normal ya que al hablar con otra persona siempre nos comunicamos con nosotros mismos para procesar el mensaje que nos quieren dar. Sin embargo, siempre nos preguntamos qué es lo que verdaderamente pasa nuestro cerebro en estas circunstancias ¿de verdad nos hace daño todo esto? Decidimos investigarlo y traerte la respuesta en el siguiente artículo:
Nuestra mente trabaja en el mismo instante que pensamos, es decir siempre está en constante funcionamiento. No nos damos cuenta pero siempre nos hacemos preguntas mentales o sobre algún cuestionamiento o reproche de todo lo que hayas hecho bien o mal, sea el caso.
El caso y ejemplo perfecto es cuando vemos a niños “hablando solos” ¿no nos acordamos que nosotros también pasamos por eso? Hablábamos solos de forma frecuente, hasta teníamos nuestro amigo imaginario cuando en verdad eramos nosotros cuestionándonos e interiorizábamos todos los días. Esto ocasionaba a que todas las cosas que nos encomendaban lo hacíamos más rápido y de forma eficiente lo que atribuía a la autoconcientización.
Ahora, cuando pasamos por estas situaciones y hablamos solos en voz alta tendemos a tener una segunda percepción de las decisiones que vamos a tomar a continuación por lo que nos hace analizar mejor y tomar en cuenta otras opciones posibles para seguir por un camino correcto.
LOS BENEFICIOS DE HABLAR SOLO
Una de las principales ventajas radica en la automotivación y proponerse metas, plantearse objetivos a corto plazo con las típicas frases que hacemos: “Vamos tú puedes”, “Esfuérzate más”, “Lo lograrás”, “Solo da todo de ti”, básicamente todos los impulsos posibles hacer mejor las cosas.
Finalmente, estudios psicológicos comprobaron que aquellas personas que hablan consigo mismas tienes la capacidad de retención mucho mejor que las demás personas que se niegan a “padecer” de esta situación. Así que tú mismo tienes la decisión de aceptar este maravilloso acto de hablar contigo mismo ¡es increíble!
