Revestir la pared de una cocina ya no será un trabajo arduo y exhausto si empleas la técnica y el material adecuado para hacer de ella una obra de arte sin necesidad de hacer gran esfuerzo. Se trata de usar un material fácil de manipular, que resiste la humedad y las altas temperaturas que nos recomiendan para realizar un trabajo fácil y rápido.
APRENDE CON NOSOTROS PASO A PASO
Paso 1
Lo primero que haremos es retirar todos los elementos que nos puedan molestar a la hora de trabajar. Nosotros quitaremos el copete, desatornillaremos los embellecedores de las bases de enchufe y soltaremos los soportes metálicos que tenemos en la pared frontal de la cocina, que sirven para colgar utensilios.
Paso 2
Retiramos también las cornisas, tanto superior como inferior, y lijamos suavemente la superficie. Limpiamos el polvo que se haya podido producir con un trapo humedecido en alcohol.
Paso 3
Protegemos la mesa de trabajo con un cartón, colocamos las molduras sobre unos tacos de madera y aplicamos un esmalte sintético en aerosol, gris, dejando la distancia mínima que indica el fabricante.
Paso 4
Cuando el producto se haya secado, colocamos un par de tiras de cinta adhesiva, de doble cara, en la parte posterior de la primera pieza y aplicamos unos puntos de masilla adhesiva, con la ayuda de una pistola convencional de silicona.
Paso 5
Acto seguido, colocamos el nivel a la altura deseada, lo encendemos y tomando como referencia la línea láser, pegamos el revestimiento en la pared.
Paso 6
Vamos con la segunda pieza. En esta ocasión, necesitamos hacer un rebaje para librar una caja de enchufe. Marcamos y cortamos el azulejo utilizando la sierra de calar y una hoja para metal.
Paso 7
Pegamos las tiras de cinta adhesiva de doble cara, damos los puntos de masilla y colocamos la pieza junto a la anterior.
Paso 8
Seguimos poniendo más piezas, haciendo los cortes necesarios para librar la ventana y los obstáculos que pueda haber, y adaptamos los últimos azulejos al espacio que nos quede.
Paso 9
El revestimiento que estamos instalando es de color blanco, con pequeños rectángulos, y para romper la monotonía, vamos a poner alguna pieza con diferentes motivos decorativos. Se instalan de la misma manera: cinta adhesiva de doble cara y masilla.
Paso 10
Una vez que hayamos cubierto toda la superficie deseada, colocamos las cajas de enchufe y pegamos el copete en su posición.
Paso 11
Presentamos la cornisa inferior, ahora pintada de gris, y la sujetamos con sus correspondientes tirafondos.
Paso 12
Por último, aplicamos un adhesivo de montaje en la moldura superior y la fijamos, haciendo presión para que se adhiera correctamente.
Paso 13
¡Trabajo concluido! Hemos revestido la pared de esta cocina de una forma sencilla, limpia y lo más importante para nuestros vecinos, sin hacer ruido. Una solución muy interesante para cambiar el aspecto de una cocina sin tener que realizar obras.
FOTOGRAFÍAS / hogarmanía