La soldadura es el proceso que consiste en utilizar una corriente eléctrica para sobrecalentar y fundir el metal con la finalidad de unir dos piezas metálicas. Existen varias formas de soldar de manera perfecta, pro hoy les hemos traído las 4 principales para tener un acabado preciso y a la medida solo necesitas seguir las siguientes recomendaciones:
Antes de comenzar a soldar el metal, raspa todo resto de pintura y óxido que haya en su superficie. Para ello, pasa una lija de grano 80 o un esmeril angular con un disco plano sobre la superficie de metal pintada. Puedes comprar la lija o alquilar un esmeril angular en una ferretería o en Internet. Sigue lijando la pintura y el óxido hasta que la superficie tenga una apariencia metálica y brillante.
La pintura y el óxido pueden reducir la conexión eléctrica creada por el soldador.
Utiliza acetona para limpiar la superficie de metal. Asegúrate de limpiar cualquier rastro de polvo, suciedad o restos, ya que estos materiales pueden reducir la capacidad de realizar una buena soldadura. Para ello, sumerge un paño en acetona y pásalo sobre toda la superficie de metal. La acetona debe eliminar todos los contaminantes que puedan mermar tu capacidad para soldar.
Seca la superficie de metal con un trapo limpio. Frota la superficie de metal para asegurarte de limpiar cualquier resto de acetona que quede en ella. Luego, deja que se seque por completo antes de comenzar a soldar.
Configura adecuadamente el soldador MIG. Asegúrate de que tenga un cable en el carrete. Observa la punta de la pistola soldadora para ver si está correctamente colocada. Asimismo, asegúrate de que los contenedores de gas estén correctamente colocados y de que el soldador funcione correctamente.
Ubica la punta de la pistola soldadora en un ángulo de 20 grados. Colocarla en un ángulo de 20 grados contra el objeto de metal te ayudará a penetrar el metal mientras sueldas. A esto se le conoce comúnmente como posición de empuje.
Enciende el soldador y presiona el gatillo. Ponte el casco de soldador y presiona el gatillo de la pistola. Al hacerlo, se producirá una chispa brillante en la punta. Mantén la cara alejada para que no te lastimes o inhales los gases tóxicos.
Mueve la pistola lentamente sobre el metal para comenzar a soldar. Presiona la punta de la pistola contra la superficie de metal, lo cual comenzará a emitir chispas. Mantén la pistola sobre un solo punto durante uno o dos segundos y luego comienza a moverla a lo largo de la superficie de metal.
A medida que sueldas, realiza círculos muy pequeños. Realiza círculos pequeños mientras mueves la pistola soldadora por la superficie de metal. Mientras lo haces, comenzarás a ver que el metal caliente comienza a acumularse detrás de la pinta de la pistola. Una vez que llegues al final de la línea de soldadura, suelta el gatillo y apaga el soldador.
- Si mueves la pistola soldadora muy lentamente, podrías dejar agujeros en la superficie de metal.
- Por el contrario, si mueves la pistola soldadora con demasiada rapidez, es posible que no logres calentar el metal lo suficiente como para derretirlo, lo que hará que la soldadura sea muy delgada.
Para aprender más de estas increíbles técnicas te invitamos ver este material audiovisual que traemos para ti. De esta manera aprende y toma nota de todos los datos para que puedas hacerlo en tu taller sin ningún tipo de complicaciones.