El cautín no es la herramienta más común en tu caja de herramientas de tu hogar, pero si tienes un cautín o soldador eléctrico en tu hogar y no sabes como utilizarlo, pues nuestros colegas de wikihow nos enseñan cómo sacarle un mayor provecho. Esta herramienta se utiliza mayormente para realizar una soldadura y diversos trabajos relacionados con la electrónica y aquí lo verás:
APRENDE CON NOSOTROS PASO A PASO
Configura adecuadamente el soldador MIG.
Asegúrate de que tenga un cable en el carrete. Observa la punta de la pistola soldadora para ver si está correctamente colocada. Asimismo, asegúrate de que los contenedores de gas estén correctamente colocados y de que el soldador funcione correctamente.
Fija el terminal de tierra a la mesa en la que trabajarás. El soldador MIG debe tener un terminal de tierra que deberás fijar a la mesa. Esto evitará que recibas una descarga eléctrica en caso de que toques la mesa.
Sujeta la pistola soldadora con ambas manos. Apoya una mano en la mesa sobre la que trabajarás y utilízala para controlar la dirección de la pistola mientras sueldas. Utiliza la otra mano para sujetar la pistola mientras tu índice permanece listo para presionar el gatillo.
Ubica la punta de la pistola soldadora en un ángulo de 20 grados. Colocarla en un ángulo de 20 grados contra el objeto de metal te ayudará a penetrar el metal mientras sueldas. A esto se le conoce comúnmente como posición de empuje.
Enciende el soldador y presiona el gatillo. Ponte el casco de soldador y presiona el gatillo de la pistola. Al hacerlo, se producirá una chispa brillante en la punta. Mantén la cara alejada para que no te lastimes o inhales los gases tóxicos.
Mueve la pistola lentamente sobre el metal para comenzar a soldar. Presiona la punta de la pistola contra la superficie de metal, lo cual comenzará a emitir chispas. Mantén la pistola sobre un solo punto durante uno o dos segundos y luego comienza a moverla a lo largo de la superficie de metal.
A medida que sueldas, realiza círculos muy pequeños. Realiza círculos pequeños mientras mueves la pistola soldadora por la superficie de metal. Mientras lo haces, comenzarás a ver que el metal caliente comienza a acumularse detrás de la pinta de la pistola. Una vez que llegues al final de la línea de soldadura, suelta el gatillo y apaga el soldador.